viernes, 7 de octubre de 2016
Música
El fenómeno sonoro de Guerrero es riquísimo, inexplorado y mal
estudiado, como casi todo el bagaje cultural que sobrevive en la entidad
suriana. De Costa Chica a Tierra Caliente, de ésta a La Montaña, de la
región Centro a la Norte, y de esta confluencia a Costa Grande, los
caminos se bifurcan y entrelazan. Existen veredas y atajos que le han
permitido al guerrerense sopesar esta válvula cultural y señalar con
punzón de fuego aquello que le es propio y distinguirlo de lo otro, que
aunque pertenezca al mismo entorno es de los otros, que en resumidas
cuentas se convierte por obra y gracia de la historia en un nosotros
elástico y frágil. Aquí habría que detenerse a invocar a los chaneque
marinos y del desarrollo, para ajustar esta idea con la carambola de
tres bandas que significó para el estado el nacimiento de Acapulco como
centro turístico y lo que esto impactó en toda la entidad.
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